La deuda de la psicoterapia con lo bueno de la vida.

La Psicología Positiva es un movimiento surgido en Estados Unidos, impulsado por  Martin Seligman Presidente de la Asociación Norteamericana de Psicólogos en su periodo iniciado en el año 1996. Su motivación fue intensificar la investigación sobre las fortalezas y virtudes humanas,  y los fenómenos que contribuyen al florecimiento de los seres humanos y sus organizaciones. Gracias a esto, el estudio de “lo positivo”, es decir, todo lo que hace que valga la pena vivir la vida, se ha tornado en un movimiento académico potente, aumentando la investigación, el número de publicaciones, la oferta académica, y por supuesto las aplicaciones prácticas surgidas en esta área.

Se consideraba esta una deuda de la psicología con la sociedad. Durante décadas, la necesidad de tratar lo urgente, de palear el dolor, el malestar, la patología y el conflicto, orientó el quehacer de la disciplina hacia la comprensión del lado oscuro de la vida. Se desarrollaron herramientas y técnicas que pudiesen recuperar a las personas de la enfermedad mental. Se pensaba que la ausencia de patología equivalía a un estado de bienestar. Pero el tiempo y la evidencia han demostrado que la reparación del daño no equivale a desarrollar las potencialidades del ser humano. Es decir, dejar de sufrir no equivale a disfrutar de la vida.

Es así como el optimismo, empatía, altruismo, el sentido del humor, la compasión, gratitud, esperanza, amor, perdón, solidaridad, resiliencia, todas virtudes y fortalezas humanas, han cobrado relevancia en psicología. Se investiga sobre estas virtudes, se buscan modos de cultivarlas y se analiza de qué manera impactan en nuestro bienestar.

Prestar atención a lo positivo era una deuda de la profesión que ha tenido importantes repercusiones en el acceso del público a optar por apoyo psicológico. “Yo no estoy loco”, “no tengo nada malo”, “nunca tan desesperada”, son frases que reflejan la representación que tienen las personas sobre el trabajo psicoterapéutico.

Tengo la certeza que el espacio de psicoterapia es de gran beneficio en la recuperación de estados de padecimiento y en  la resolución de conflictos. También puedo decir que no sólo en el sufrimiento es recomendable buscar apoyo. Hoy en día que la psicología está pagando su deuda, cuenta con técnicas y métodos para ayudar a las personas a desarrollar sus fortalezas. Actualmente ir al psicólogo puede ser un apoyo para encontrar sentido, crecer intensamente y aprender a disfrutar de la vida.

Natalia A. Córdova Rubio

Psicóloga Clínica Universidad de Santiago de Chile

natalia.cordova@gmail.com