La Epilepsia es un trastorno cerebral que se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes, las que pueden traer consecuencias neurobiológicas, y de la esfera cognitiva psicológica, dada las alteraciones de la actividad cerebral que generan.
En la antigua Grecia se creía que las personas con Epilepsia eran afectadas por las distintas fases de la luna. De hecho, hasta el día de hoy es reconocido el término lunático, haciendo alusión a alguien no comprendido o tildado de loco.
Las causas de la Epilepsia que se conocen en la actualidad apuntan a la presencia de algún trastorno médico o a la presencia de una lesión. Sin embargo, un amplio número de casos aún posee una causa desconocida por la medicina.
Los síntomas asociados a este trastorno van a variar según el caso, puede haber episodios de ausencias, pérdida de conocimiento, temblores, etc. En general, los síntomas dependen de la zona del cerebro que se ve afectada y de la causa de la Epilepsia. Algunas veces, los pacientes sienten alguna sensación que antecede la ocurrencia de las convulsiones, como hormigueos, sentir olores que no hay, etc., lo cual es conocido como aura.
Es muy importante realizar un electroencefalograma para observar la actividad eléctrica cerebral. Además es necesario chequear si existen antecedentes familiares respecto a la presencia de este trastorno. También se realizan tomografías computarizadas y resonancias magnéticas para encontrar la causa y el lugar de la afección en el cerebro.
El tratamiento puede ir desde la cirugía a la medicación. Algunos fármacos, llamados anticonvulsivos, ayudan a reducir el número de crisis epilépticas. También pueden sugerirse cambios en la dieta, específicamente baja en carbohidratos, para prevenir las convulsiones.
Cabe mencionar que es muy importante realizar un trabajo en conjunto con médicos, psicólogos y otros especialistas, que permitan abordar la Epilepsia de una manera más completa y eficaz, incorporando en el tratamiento una intervención familiar, acogiendo y educando no sólo al paciente, sino que también a su núcleo familiar y a los cuidadores.
En relación al pronóstico, hay casos en los que la Epilepsia desaparece con los años, sin embargo, es común que se mantenga por toda la vida. Aunque posee un bajo riesgo de muerte súbita, sí puede generar complicaciones debido a que las convulsiones pueden hacer que la persona caiga al suelo o se golpee con algo.