Para la medicina tradicional, la salud es “el estado de perfecto bienestar físico, mental y social” y para conseguirla se vale de medios físicos y químicos como: antipiréticos, antibióticos y cirugías.
En cambio, las llamadas medicinas complementarias (MC), como la homeopatía, posee una visión holística de las enfermedades. Integra mente y cuerpo, buscando potenciar las defensas naturales del organismo para que este se “autorepare”.
Para ello, la MC utiliza sustancias similares a las que provocan los síntomas de la enfermedad, en concentraciones mínimas, a fin de que la reacción del organismo potencie el sistema inmunológico.
Paralelamente, las medicinas orientales, conciben la salud como un estado de equilibrio energético del organismo (dualidad YING- YANG) dentro de la energía global del Universo – el Tao o ki-, el cual, si se quiere mantener o recuperar, se utilizan alimentos, aromas, colores, sonidos o ejercicios físicos.
Más allá de las diferencias, para la mayoría de estas terapias, el concepto de energía es el denominador común. La energía es definida como una fuerza vital, no física e invisible, que existe por sí misma y puede existir independientemente de los cuerpos físicos a los que les da la vida.
Como ejemplos tenemos el Qi (Chi) de la medicina tradicional china, el Ki del Reiki, el Prana de la Ayurveda y la idea parasicológica del aura, todas expresiones de la energía.
Fuente:Información:http://sintesis-nicaluz.galeon.com/aficiones1411516.html Foto:
http://www.anunico.com.mx/anuncio-de/terapias_masajes/ohb_salud_integral_s_a_de_c_v_-449102.html