El Síndrome de Down (SD) afecta a 1 de cada 800 recién nacidos. Se define como una condición o anomalía que se produce cuando en la concepción de un bebé, este recibe material genético extra. Lo normal es que cada ser humano reciba 23 cromosomas del padre y 23 cromosomas de la madre, pero en el caso de los niños que padecen Síndrome de Down, en lugar de tener 46 cromosomas en total, cuentan con 47.
El hecho de tener un cromosoma de más, provoca alteraciones en el desarrollo del aprendizaje, contextura física y crecimiento. La debilidad muscular e inmunológica son las problemáticas que más interesa subsanar a los padres de niños con SD
A pesar de que el Síndrome de Down no tiene cura y no se puede prevenir, en la actualidad, las familias que enfrentan de tener un ser querido con esta condición, prueban con una variedad de medicinas complementarias, para mejorar la calidad de vida y desarrollo, de sus hijos. Las familias recurren a la medicina complementaria, con el objetivo de alcanzar el máximo potencial que tienen sus hijos para conseguir un desarrollo integral.
Entre las terapias más usadas en niños síndrome de down, están las que se constituyen como suplemento nutritivo, es decir, alimentos o medicamentos que gocen de vitaminas y diferentes minerales. En los míticos 60, el Dr. Henry Turkel manifestó que existía toda una serie de fármacos que permitiría el desarrollo cognitivo en niños de síndrome de down, ya que estos contenían diversas vitaminas y minerales, que además serían capaces de mejorar la apariencia de los pacientes. Se trataba de fármacos que contenían productos orgánicos, como globulina, yodo y extractos óseos.
Más tarde algunos estudios confirmarían esta tesis, pues al hacer consumir a niños que padecían de déficit de aprendizaje y síndrome de down estos suplementos vitamínicos, concluyeron que el coeficiente intelectual y la apariencia de los pacientes mejoraba, aumentando en cada prueba efectuada.
A pesar de que los estudios son escasos, hay especialistas que aseguran que manteniendo una dieta rica en vegetales, los cuales aportan antioxidantes, más suplementos que aporten aún más estas moléculas, ayuda a mejorar y fortalecer el sistema inmunológico, el envejecimiento precoz y el coeficiente intelectual de los pacientes con Síndrome de Down.
La vitamina A y B, también jugarían un rol importante, pues contribuirían a un mejor desarrollo muscular e inmunológico.
Fuente: Revista Síndrome de Down 22: 93-105, 2005, Nancy J. Roizen.